Regenerar fraccionamientos con participación social devolvería más de 56 mil millones de pesos en plusvalía a viviendas: ARU

  • Alrededor de 1.7 millones de familias afectadas serían beneficiadas si se considera que por cada vivienda recuperada, al menos 10 vecinas reciben beneficios.

Ciudad de México, febrero de 2020.- Al menos un millón 710 mil familias serian beneficiadas a través de la implementación de programas de regeneración urbana, que gestionen e implementen acciones físicas, sociales, económicas y ambientales de largo plazo con la participación vecinal en fraccionamientos con problemas de abandono.

Estas familias no sólo mejorarían su calidad de vida al recuperar no sólo la vivienda aledaña afectada por el abandono, sino que recibirían un impacto colateral positivo en valor patrimonial estimado en 56 mil 938 millones 511 mil 250 pesos en su conjunto promedio al año, calcularon expertos de la Alianza para la Regeneración Urbana (ARU).

“Si el Infonavit (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores) plantea recuperar 171 mil viviendas abandonadas en los próximos 5 años, esto significa que con tan sólo regenerar 26.3 de la vivienda en esta condición, con una metodología de Regeneración Urbana con Participación Social, permitiría beneficios para casi dos millones de familias”, destacó la directora general de la ARU, Louise David.

De acuerdo con el Infonavit, en el país existen alrededor de 650 mil viviendas en condición de abandono, con distintos grados de deterioro y en diferentes situaciones jurídicas, de las que al menos 400 mil cuentan con limitantes jurídicas que impiden su regeneración, pero que el resto serán recuperadas a través del Programa de Regeneración de Vivienda Abandonada.

David apuntó que atender el problema del abandono de la vivienda es prioritario para regresar a millones de familias el valor de su patrimonio, mismo que se deteriora aproximadamente 30% cada año en su valor de mercado, como consecuencia.

“Según el Índice de Precios de la Vivienda en México, elaborado por la Sociedad Hipotecaria Federal, el precio medio de la vivienda social-económica fue de 445 mil pesos, por lo que propietarios de este tipo de vivienda que habitan en fraccionamientos con problemas de abandono perderían hasta 133 mil pesos anuales”, abundó la directora general de la ARU.

-Las mejoras urbanas no bastan-

A partir de la experiencia de los expertos de la ARU en la regeneración de polígonos en ciudades del norte del país con una metodología de Regeneración Urbana con Participación Social (RUPS); Louise David recordó que un programa de este tipo que se busque tenga éxito deberá considerar al menos tres componentes.

1) Definir el polígono a intervenir y realizar el diagnóstico de este territorio. Los polígonos de regeneración urbana deben de incluir tanto a territorios que necesitan mejoramiento como a terrenos que puedan interesar a inversionistas inmobiliarios para que éstos participen al financiamiento de la regeneración urbana.

2) Capacitar, acompañar y monitorear a los operadores locales del programa de regeneración urbana. Los operadores deben ser 1) las empresas inmobiliarias que inviertan 2% del valor de sus ventas en gestionar las mejoras con vecinos y autoridades públicas, y a realizar obras de las cuales los vecinos se sientan responsables; y 2) organizaciones de la sociedad civil que faciliten los diálogos multi-actor y los procesos participativos en calle, con los habitantes.

3) Desarrollar un eje de comunicación estratégico para que, poco a poco, todos los actores de la ciudad entiendan el reto, su responsabilidad y la aportación que pueden hacer para mejorar los barrios deteriorados.

Por su parte, el director y fundador de Comunidades Que Renacen (CQR), Antonio Díaz, explicó que el valor de una vivienda en un fraccionamiento con problemas de abandono es prácticamente nulo, ya que no existen compradores, adicional a que en este tipo de polígonos existen hipotecas con 15 años que no se pagan, pero permanecen activas.

“La experiencia de Provive en Cañadas del Florido es que, cuando empezamos a regenerar las casas y se vendieron, se logró un valor de 240 mil pesos, cuando éstas se habían comprado en 350 mil pesos. Hoy, esas casas tienen un precio de 490 mil pesos, que es plusvalía recuperada en beneficio de sus nuevos propietarios”, aseguró.

El director de CQR destacó que a través de programas de regeneración urbana con participación social, en polígonos de Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez han logrado recuperar plusvalías calculadas en 4 mil millones de pesos.

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