Por el bien de todos, primero el transporte

Jonás Vázquez Betancourt

“Las distancias apartan las ciudades, las ciudades destruyen las costumbres”, reza la letra de la composición Las Ciudades del guanajuatense José Alfredo Jiménez.

Desafiar sus palabras, construir evidencia de lo contrario, encontrar los testimonios de que la costumbre de la ciudad deberá ser el encuentro, la palabra, un abrazo imperecedero; la ciudad debe ser solidaridad, no la demolición de la costumbre; esa es la misión de la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (Enamov).

La reforma que elevó el derecho a la movilidad a rango constitucional, la promulgación de la Ley General de la Movilidad y Seguridad Vial y la Enamov son un hecho sin precedente en la materia.

Los Foros

Los foros regionales por la construcción conjunta de la Enamov en Nuevo León, Yucatán, Vallarta y Nayarit, y hace tan solo dos días en Baja California; reunieron a quienes aspiran a comprobar que las ciudades son la costumbre hecha virtud. Un sustancial grupo de personas se ha involucrado con el proceso de retroalimentación en mesas de debate que se promovieron desde la autoridad y la sociedad civil para escuchar ¿qué le duele a los habitantes de la ciudad en cuatro ejes de la movilidad. Desarrollo económico territorial, servicios de transporte público, eficiencia, movilidad activa y seguridad vial.

Estos encuentros han mostrado no sólo la capacidad de convocatoria que tiene el amor por la ciudad y el brazo de la autoridad a sus tres niveles, sino el interés por la firma simbólica de un nuevo pacto urbano que permita mitigar nuestras dolorosas distancias.

Gracias a la invitación de Sedatu y otros colegas para documentar y comunicar este proceso inédito, Comunica la Ciudad ha tenido la oportunidad de escuchar a quienes viven cotidianamente el desprecio de una ciudad que les tiene condenados a ver pasar sus vidas en un transporte público inseguro, por destacar la más dura de sus omisiones. De lo que se queja Guadalupe de los Santos en Puerto Vallarta es de lo mismo que padece Alejandra Córdova en Nuevo León; es la razón que llevó a Jorge Alberto Hernández en Guadalajara a comprarse un “carrito” porque no podía llegar a su trabajo. “El transporte público es muy malo”, así de simple, así de claro.

Inversión urgente

Del lado de los tomadores de decisión y de la sociedad civil, el clamor por excelencia es uno: “más recursos”. Quienes llevan años estudiando y trabajando por los espacios urbanos y rurales en México apuntan hacia la misma dirección: financiamiento; desafío a las medidas impopulares y casi contraelectoreras como cargos a las gasolinas, a los estacionamientos, el resurgimiento de la tenencia o de impuestos al uso por kilómetro del auto y todo aquello que toca su privilegio (el del auto). Desde luego es urgente una inversión histórica del Estado en transporte público.

Después de ver el trabajo sincero de decenas de colegas y amigos, de escuchar el debate -a ratos candente- de cerca de mil participantes en las mesas de los foros y de constatar la presencia de más de 2 mil personas relacionadas con la conversación de los urbano en cuatro foros regionales, me queda claro que si como dice José Alfredo “las distancias apartan las ciudades”, la oportunidad acerca a su activo más valioso: las personas, quienes debemos acortar las distancias.

La oportunidad

Esta es la oportunidad de las ciudades y su movilidad en México. Pocas ocasiones previas han alineado tantos elementos positivos para dar el salto hacia la implementación de sistemas de movilidad seguros, accesibles que manden un mensaje claro: por el bien de todos, primero el transporte público.

La brecha de inversión es gigante. Según datos del Banco Mundial, miles de millones de dólares nos apartan de la igualdad en el espacio público por excelencia (el transporte).

La fuerza con la que el gobierno federal a través de la Sedatu ha abrazado la causa en alianza con la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transporte; así como la suma de la Secretaría de Economía al Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial; la convicción de muchas y muchos funcionarios estatales y municipales, el incansable llamado cuarto sector con los ojos de la sociedad civil y la iniciativa privada no puede quedar nomás un ejercicio de simulación: hacer como que nos importa la movilidad, es la mejor oportunidad que hemos tenido en décadas para dignificar la movilidad de todas y todos.

El próximo 17 de mayo se aprobará la Estrategia Nacional de Movilidad en la Ciudad de México; habrá que participar con entusiasmo y con convicción política y ciudadana. Esta es la gran oportunidad para la movilidad rural y urbana. Es ahora. Por el bien de todos, primero el transporte.

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