Respecto a la aprobación por parte del Senado de la República, la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial es un hecho muy importante, no solo porque dará un marco normativo para la proximos años, sino porque es un trabajo de años de la mano de actores que tradicionalmente habían sido omitidos.
A la hora de evaluarla, dependerá del criterio que queremos establecer; es mejor que lo que había antes porque aporta una nueva dimensión, más humana e introduce artículos muy valiosos. Si el criterio es un poco más amplio, vemos que no se articula adecuadamente el cómo se va a aplicar, además que ciertos temas fueron omitidos, tal es el caso del seguro obligatorio y no asegurar los estándares de la industria automotriz. El no contar con el criterio de los estándares internacionales es preocupante y va en contra de la propia ley, de la seguridad vial. Eso habla del poderío por parte de la industria y resulta inquietante el cómo se consiguió. En cualquier caso, es mucho mejor que lo que había pero no es todo lo que pudo haber sido, eso nos deja en estado de alerta para poder contar con las mejores leyes posibles como sociedad.